Cuando era pequeña, mi hermana Carmiña hacía unos tomates rellenos exquisitos, rellenos con atún y siempre este plato me evocaba gratos recuerdos. Me parece que el relleno que utilizaba era algo similar a una ensaladilla rusa. Para ser sincera, nunca pregunté qué llevaba el relleno. Sí recuerdo que ella no los horneaba sino que los vaciaba y los rellenaba tal cual pero su relleno me fascinaba y los comía con un gustito. A mi se me ocurrió hornearlos unos minutos, una vez rellenos. Me parece que es más fácil para picar. ¿Qué tiene el relleno?. Pues, a gusto, diría yo: atún, aguacate, trocitos de tomate que retiré al vaciarlo, maíz dulce, guisantes, pimiento rojo, todo picadito, mahonesa, una pizca de sal...¡Lo que quieras agregar!. Tú sólo busca en la nevera y añáde a tu gusto. Y es que este tipo de relleno es válido como cualquier otro, facilidad que nos da que en comidas saladas puedes jugar con los ingredientes a diferencia de la repostería que debe ser exacto. Incluso es una muy buena manera que los niños coman ensalada porque, esto es lo que es, una ensalada a cubierto. Sí recomiendo tomates grandes, maduros pero no pasados, que tengan mucha profundidad y puedas agregar la mayor cantidad de relleno y sobre todo, cortar un trocito, un tajo del culete para que no se tambaleen en el plato y permanezcan quietos. Y, claro, cortar con cuidado la tapa o sombrerito para que tenga mejor aspecto al emplatar.
¡Que aproveche!
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